Es triste, realmente muy triste que se haya terminado Sábado Gigante. No, era fan. De hecho, nunca vi un programa completo. Sin embargo, lloré como lo hicieron Lili Estefan, Alejandra Espinoza y hasta el hijo menor de Mario Kreuztberger (el nombre real de Don Francisco). Lloré porque nos despedimos de un programa que le hacía la vida más fácil a mucha gente, que era el puente entre culturas, sueños, ausencias, dolores y desarraigo.
Al prepararme para cubrir el show final me recordó lo importante que fue la televisión en mi vida, cuando estaba recién mudada a Estados Unidos. Durante las horas de trabajo estaba bien, pero la llegada a una casa vacía en la noche me destrozaba. Lo único que me adormecía la nostalgia eran las telenovelas. Sus personajes se convirtieron por meses en la familia que tanto extrañaba. Los fines de semana no tenía tanto problema, pero sé que para millones de inmigrantes Sábado Gigante era su aspirina contra ese extrañar que se volvía extrangulante cuando habían ratos de ocio.
“En esa época no había Internet y yo sabía que la pantalla de Sábado Gigante era el único sitio donde me podía ver mi familia en Perú”, dijo resumiendo el sentimiento Pamela Silva Conde, quien participó en el programa de niña y es ahora una de las conductoras del muy popular programa de Univision Primer Impacto.
Hasta los Obama, presidente y primera dama han reconocido su importancia.
Pero Sábado Gigante era algo más. Centenares de personas que soñaban con ser artistas profesionales pasaron por los estudios que comandaba Don Francisco. Ver los videos de los debuts de Shakira, Marc Anthony, Prince Royce, Enrique Iglesias y Juanes, entre muchos otros, conversando con Don Francisco en sus inicios me hizo pensar en cuántas carreras nacieron allí. ¿Habrá algún programa que sustituya esas oportunidades para los nuevos artistas?
Se dice que Sábado Gigante será sustituído por otro programa de variedades, enlatado de Televisa, llamado Sabadazo. Sin dudas le saldrá mucho más barato a Univision que el carísimo programa que producía Don Francisco, pero sin duda no habrán solucionado el problema de cómo atraer al público más joven a la televisión durante las tardes-noches de los sábados. Telemundo está apostando a la popularidad de Angélica Vale y Raúl González para atraer a la audiencia que extrañará sin duda a Don Francisco. Su programa, para el que aun no hay fecha fija, se concentrará en cumplir sueños.
#SGHastaSiempre fue el hashtag que se usó en las redes sociales para anudar los comentarios, fotos y videos del programa. Fue tendencia mundial y, sin duda, Univision pronto nos dará las cifras récords en tuits e impresiones que se generaron durante la transmisión. La mayoría fue comentando de los famosos, pero muchos fueron de agradecimiento por las carcajadas que los abuelos y padres latinos dieron viendo Sábado Gigante. Muchos jóvenes y adultos de origen latinoamericano aprendieron de sus mayores y de su cultura viendo a Don Francisco. Ahora tienen YouTube, entre otros. Pero ¿qué los unifica? ¿Cuál es el puente colectivo por el que caminaremos todos?
No lo veo claro.
“La preparación es la base de la improvisación”, Don Francisco