La muerte de Joan Sebastian me revuelve muchos dolores

La muerte de Joan Sebastian me ha caído muy mal. No puedo decir que fuera una sorpresa. La esperaba. Tanto así, que para su último cumpleaños. Este 8 de abril en el que llegó a los 64 años, pasé varias horas haciendo para Mamás Latinas, el portal para el que trabajo, una larga galería. Como periodista experimentada en preparar obituarios para personalidades ancianas o enfermas, la veía como una inversión de tiempo para cuando llegara este momento.

Sin embargo, como esos niños que se aferran a la idea de Santa Claus a pesar de que ya pillaron varias veces a los papás escondiendo los regalos de Navidad, tenía la esperanza de no tener que usar esas fotos y escribir la noticia por mucho tiempo. Obviamente, no era posible. Después de 16 años luchando contra el cáncer óseos. Los reportes de tratamientos desesperados como un cemento especial para los huesos y la cancelación de sus compromisos profesionales, la cosa pintaba mal.

No puedo decir que soy fan de su música. Me gustan algunas de sus canciones, como “Tatuajes”, pero hasta ahí. Conocí un poco más de la música de Joan Sebastian cuando mi mamá me llamó angustiada porque José Manuel Figueroa, su nombre de bautizo, había perdido a su segundo hijo de forma violenta. Pero desde entonces, no dejé de admirarle en lo personal. No cualquiera se enfrenta a dolores como ese, el de que le asesinen a dos hijos, triple reincidencia de una enfermedad tan dolorosa como el cáncer. Tampoco muchos dedican buena parte de su fortuna a construir casa para darle trabajo y hogar a familias necesitadas. En una entrevista contó que se había dedicado invertir en eso porque recordaba que en su infancia sumida en la pobreza, lo que recordaba con más dolor era tener que mudarse a cada rato.

Cuando mi teléfono me pasó la alerta con la noticia de que había muerto se me vino el alma al suelo. Sabía que estaba malito, aunque su familia se esforzó en los últimos días en decir que estaba mejor. Pensé en el dolor que tanto padecen los que tienen cáncer, más aún los que lo tienen en los huesos. Pensé en sus hijos sobrevivientes. Pensé en sus cinco mujeres, que lo querían mucho y no tenían nada malo que decir de él. Pensé en todo eso, pero primero volví a sufrir la muerte de mi papá por esa terrible enfermedad.

Para mí y me imagino que para muchos en el epicentro y en la periferia del cáncer, Joan Sebastian era el símbolo de que sí se puede luchar y ganarle. Hoy ese maldito cáncer volvió a ganar. ¿Cúando parará?

Joan Sebastian en números

64 años

5 Grammy

7 Grammy Latino

17 años empezó carrera musical

2 hijos asesinados

8 hijos procreó con cinco mujeres

13 años le llegó su primera guitarra

8 años compuso su primera canción dedicada a su pueblo natal

12 millones de discos vendidos