Mucho antes de que existiera Primer Impacto y Al Rojo Vivo, las revistas noticiosas de Univision y Telemundo de las tardes, un periodista argentino con una dicción al estilo de los reporteros de CNN, pero aun más exagerada, sorprendió a la audiencia hispana de Estados Unidos, con un formato novedoso inspirado en los diarios vespertinos de América Latina. Se llamaba Ocurrió Así.
El programa comenzó a transmitirse el 8 de octubre de 1990. Exactamente 25 años después, su creador Enrique Gratas perdió su batalla contra una enfermedad que no ha sido revelada. Su partida ha dejado a muchas de las estrellas de los programas de noticias y entretenimiento hispanos de luto y con esa desazón de haber perdido una parte de sí mismos.
Fue quien me enseñó cómo hacer televisión en #OcurrioAsi Siempre estará en mi corazón #enriquegratas pic.twitter.com/9pV0VBThRL
— Raúl De Molina (@rauldemolina) October 8, 2015
Conocí a Enrique Gratas en los pasillos de Telemundo. Siempre de paso. Yo llegué a Estados Unidos en 1992 para trabajar como periodista. En esa época, la agencia Reuters había mudado su mesa de redacción a las instalaciones de la cadena en Hialeah, una de las ciudades que componen el gran Miami.
No puedo decir que recuerdo una conversación extensa con Gratas, pero sí que me lo crucé muchas veces. Siempre amable, atento, perfectamente peinado, con una piel envidiable. Lo que sí me vino a la mente en cuanto me enteré de su fallecimiento fueron las horas que pasé viendo Ocurrió Así. El programa, que llegó hasta a capturar un asesinato en tiempo real, fue mi primera ventana al público latino. Lo miraba con una mezcla de disgusto y fascinación. Con ese morbo del que se horroriza por el accidente en la carretera, pero que no logra dejar de verlo.
Era un shock para mí que un periodista obviamente serio como el argentino, estuviese dando noticias con un tono que coqueteaba con lo sensacionalista, pero aun así consiguiera dar profundidad a los temas de interés, que le diera a la audiencia información importante sin menospreciarla.
Mucho después, cuando comencé a trabajar para Mamás Latinas, recordé esas tardes de nostalgia paralizante por mi tierra, mi familia y mis amigos, que se empezaban a organizar en torno al horario de la televisión. Finalmente entendí, que no hay temas superficiales, si no superficialmente tratados. Las lecciones de Gratas me ayudaron a descubrir lo que funciona y no funciona. De alguna manera, fue mi yogi en ese segundo acto profesional de mi vida.
Quizá por eso y por mucho más, que poco a poco iré contando, me ha pegado su muerte. Realmente lo siento.
Acompaño a todos los que lo lloran.
Gracias Enrique y buen viaje.