El dolor del inmigrante. El dolor de un padre. Nacho fue puesto en una disyuntiva que asumo que al principio parecía imposible, pero que al pasar del tiempo se hizo terriblemente clara. Debió escoger entre su país y su familia y, como debe ser, la familia siempre va primero.
Su bebé recién nacido está muy enfermito. Estoy haciendo lo imposible por no ponerme en sus zapatos. No quiero pensar en lo que se siente tener un bebé con un sangrado intestinal inexplicable. No me va muy bien en el esfuerzo.
Afortunadamente mis hijos están bien de salud, pero conozco bien ese dolor de tener que escoger entre familia y patria. Es el mismo que comparten los millones que se han ido de Venezuela para darle un futuro a sus hijos o simplemente tener un futuro.
Ay Nacho querido, fuerza y los mejores deseos para tu bebé y tu familia. ¡Van a salir de esto!