Chyno Miranda está cerrando un 2017 pesadito con lo que mejor sabe hacer y lo que le hace más feliz: Poniendo a bailar a la gente.
Digo pesadito porque, al igual que para muchos de nosotros -comenzando por mí – el año ha sido complicado. En su caso, implicó una separación (aparentemente no deseada) de su Miguel Ignacio “Nacho” Mendoza, su compañero profesional de los últimos 15 años, que le obligó a enfrentarse a inseguridades y a descubrir que sí tenía talento como compositor y productor.
Desde su nacimiento profesional, Chyno había tenido al lado a Nacho. Primero en Calle Ciega, después en Chino y Nacho. Los roles estaban definidos en el dúo. Cuando se separaron Chyno reconoce que le tocó aprender mucho. “Yo nunca busqué ser solista”, me confesó. “La vida me llevó a eso”.
Aquí tienes la entrevista completa:
Le ha sorprendido ver como sí puede solo. La prueba son las casi 70 millones de visualizaciones de sus dos primeros temas “Quédate conmigo” y “Hasta el ombligo”, además de innumerables presentaciones en eventos multitudinarios como teletones en Chile y Puerto Rico y los conciertos para ayudar a las víctimas del terremoto de México y los huracanes Harvey, Irma y María.
Su primer concierto como solista se realiza este sábado en el teatro Fillmore de la ciudad de Miami, seguido de otro en Orlando en House of Blues. Le acompaña Guaco, una agrupación venezolana que alcanzó la fama cantando música navideña y que quedó atragantada en la garganta de la comunidad venezolana en el exterior por haber tocado en un evento de la dictadura chavista.
Para Chyno esto no es problema. “Me encanta Guaco”, dice y asegura que el apuesta al poder de unión de la música y no a la desunión que provoca la política.
Cerrará el año cantando en Nueva York. Tremendo logro.
Casado por el civil en agosto, prepara la boda eclesiástica en los mágicos parajes de Canaima a finales de febrero, el mismo mes en el que saldrá su nuevo disco, para el que está trabajando con Servando Primera, otro artista venezolano controvertido, por la afiliación de su madre y hermano al chavismo.
No descartó incluir trap, el género de moda dentro de la música urbana, conocido por sus letras pasadas de todo, pero dice que solo lo haría “de la mano de un grande”. Del resto se concentrará en sus tradicionales líricas románticas, “porque yo le apuesto al positivismo”.
A Nacho, quien recientemente le dijo hasta “animal”, le manda “bendiciones”, porque “prefiero quedarme con lo bueno”. Me gusta su actitud. ¿Sincera? Me pareció que sí, aunque ya sabemos que sabe actuar después de haberlo visto interpretando a Felipe Pirela en “El Malquerido”, que por cierto está en Netflix. Lo digo, porque es parte de ser artista es mantener la cortina en su sitio, para que no veamos las maquinaciones del mago de Oz.
Conozco a gente que ahora dice que le gusta uno y no el otro. Hasta discuten sobre quién es el más talentoso de los dos, o quién tuvo la razón en el pleito. Reconozco que me sorprende, casi tanto como los que no entienden que los artistas en Venezuela necesitan comer y ya sabemos quiénes tienen el dinero.
Por eso, estaré en primera fila apoyando a Chyno y a Guaco. Probablemente suelte más de una lagrimita y quede ronca. El dolor de no tener patria solo se vuelve agridulce cuando se le cubre de nostalgia. ¿Quién no va a cantar a viva voz son de Caracas y Mi niña bonita, mi dulce princesa?
El concierto, está patrocinado entre otras marcas, por Vemox, un servicio de streaming para hispanos, que tiene casi 70 canales de programación. Con ellos estaré en primera fila y les estaré contando desde mis redes sociales en IG @lifealalatina