Desde hace un año vengo oyendo a mis amigos en Disney hablar de la película COCO. “I can’t wait until you see it”, “Es increíble”. Son frases que he escuchado de diferentes personas involucradas en el proyecto y a decir verdad les sonreía con un poco de escepticismo.
Mi lealtad estaba con Guillermo del Toro y su película Book of Life. Fue la primera y tiene productor (Del Toro), director (Jorge R. Gutiérrez), y actores latinos como Diego Luna y Kate del Castillo.
Sin embargo, tuve la oportunidad de ver los primeros minutos de Coco y me he quedado no solo enamorada.
No son solo los personajes, o los colores, o el hecho de que Ernesto de la Cruz se parece a Pedro Infante y Jorge Negrete.
Tampoco el que en el centro de la historia está la familia y que los actores pronuncian el español perfectamente y que una canción de amor a una de las tradiciones más ricas de la cultura latinoamericana se escuchará en un momento en desde que la Casa Blanca se nos usa como chivo expiatorio para tapar sus inhabilidades y pequeñeces.
Tampoco porque la supervisora de animación es Gini Santos, la primera mujer en lograr este puesto en Pixar.
Es porque desde que vi esos primeros minutos, cada vez que pienso en Coco me sonrío sin darme cuenta y porque me muero de las ganas de ver el resto. Se estrena el 22 de noviembre, pero cuando me inviten al screening les cuento el resto.
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