Es fácil confundirse con Rosie Rivera. It’s easy to get confused with Rosie Rivera.
Después de todo, la menor del clan más famoso de la farándula hispana de Estados Unidos, pasó la mayor parte de su vida camuflada. Primero con la intención de mantener oculto el abuso sexual que vivió a manos de su cuñado. Luego, para evitar no ser una más de los artistas Rivera. Con excepción de su hermano mayor Pedro Jr. y su mamá Rosa Saavedra, el resto de su familia se aplicaba a la cantada. Pero sería un grave error pensar que ella no es más que la hermanita de Lupillo Rivera y Jenni Rivera.
After all, the youngest daughter of the most famous family of the Latino entertainment world in the US spent most of her life camouflaged. First, trying to hide the sexual abuse suffered from her brother in law. Then to avoid getting lost in the Rivera tradition of becoming singers of música regional mexicana. But it would be an awful mistake to think that she is just Lupillo Rivera and Jenni Rivera’s little sister.
Conocí a Rosie Rivera en una mañana templada, de esas que en Miami llamamos invierno, en el popular hotel Mondrian en South Beach. Estaba en una habitación dando entrevistas sobre su libro ‘Mis pedazos rotos’. Me sorprendió lo que encontré. Rosie Rivera es imponente. No solo porque es más alta de lo que imaginaba y porque es muy hermosa, si no porque transmite esa energía que reclama atención. Todo en ella dice ‘mírame’, no en la forma histérica de una niñita que necesita que la valides, si no como una mujer de envergadura que tiene cosas importantes que decir y no tolera ser ignorada. Y vaya que habla de cosas importantes.
En su libro, Rosie Rivera no ahorra palabras para que nos imaginemos a la niña traicionada por la enfermedad de su cuñado, aterrorizada por las amenazas de muerte contra su hermana, llena de esa rabia, que como suele suceder, volcó contra sí misma en un espiral de autodestrucción que duele leer. Tampoco es tímida en su prosa para describir como la religión la sanó y le ha dado propósito a su vida. Su misión es evitar que más niñas y mujeres la escuchen y le digan: ‘Pero cómo supiste, si esa es mi historia’.
“Quiero ser la peor pesadilla de los abusadores,” dijo sobre sus esfuerzos por educar sobre el abuso sexual. Está convencida de que la información y la compasión le dará fuerza a sus víctimas para acusarlos. “Son cobardes que se esconden detrás de amenazas falsas. Si saben que van a ser acusado, lo pensarán mil veces”, me dijo.
I met Rosie Rivera in one of those balmy February Miami mornings, at the hip Mondrian Hotel in South Beach. She was in a suit giving interviews about her book ‘My Broken Pieces’. I wasn’t expecting what I saw. She is a presence. Not only because she is taller than I expected and unbelievable beautiful, but because she has that kind of energy that demands attention. Everything about her says look at me. Not in the whinny style of a girl that needs validation, but in the way of a woman of substance who has important things to say and won’t be ignored. And boy does she has things to say.
In her book, Rosie Rivera doesn’t mince words to help us imagine the betrayed 8 years-old girl, victim of her brother in-law illness, terrorized by his death threats against her sister. You can feel her rage, that as happens, she turns against herself. Her prose is not timid either, when telling how religion healed her and has given purpose to her life. Her mission now is to get to a point where no more women and girls tell her: “But, how did you know? That’s my story.”
“I want to be the abuser’s worst nightmare,” she says when talking about her efforts to educate about sexual abuse. She is convinced that knowledge and compassion are tools to empower the victims to accuse their abusers. “They are cowards that hide behind empty threats. If they know their victims will tell, they would think before doing it.”
Rivera sigue explorando las facetas de la vida artística que ahora que se siente entera se ha dado el permiso de explorar. Asimismo está complementando su misión de evangelizadora de la fe cristiana con un blog y vlog, en el que toca temas de mujeres, incluyendo consejos de belleza. Pero no hay nada que sea más importante que sus esfuerzos en favor de las víctimas de maltratos y abusos.
Aquí la tienes en español en sus propias palabras hablando de cómo reconocer si un niño está siendo abusado y cómo reaccionar. ¡No te la pierdas!
She keeps exploring the entertainment world, and gives conferences to women about her Christian faith. Rivera is also doing a blog and vlog, where she explores women topics, including beauty tips. If you want to read in English about how to spot sexual abuse in children check out my post for Mamás Latinas.
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